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La planta y el alzado de la iglesia se corresponden a la edificación original del primer cuarto del siglo XI. Fue edificada entre los años 1020 y 1030 se remonta a tiempos de Sancho III el Mayor rey de Pamplona. Es de estilo románico lombardo.
La edificación ocupa una superficie aproximada de 72 metros cuadrados y en proporción tiene el doble de longitud que de anchura, su planta es un rectángulo ligeramente irregular terminada con un ábside en hemiciclo, unido a la nave por un arco de embocadura, cuyos muros no paralelos tienden a cerrar el hemiciclo con forma de herradura.
Los muros son de aparejo mediano alternando hiladas gruesas con delgadas. La bóveda es de lajas medianas y pequeñas con mortero, formando un conglomerado muy coherente
Los arquillos lombardos están trazados con piezas colocadas no en forma radial, sino con su dimensión mayor a lo largo de la curva.
La torre se adjunto posteriormente sobre el arco de embocadura del ábside. Construida en el siglo XII, es un sencillo campanario de forma cuadrada, cubierto a cuatro aguas desde su restauración. Carece de acceso alguno desde el interior
La puerta se encuentra en el lado oeste del edificio, en una situación descentrada y cubierta por arco de medio punto.
Es el único edificio de este estilo conservado íntegramente en esta parte de Aragón.
La advocación de la iglesia fue primitivamente la de San Cipriano que más tarde se cambió por la de San Caprasio.
En 1089 esta iglesia junto con todas sus posesiones fue donada al cercano monasterio de San Juan de la Peña.
Fue restaurada en el siglo XX por el arquitecto F. Chueca Goitia y durante la misma se despojó de los elementos añadidos a lo largo de los siglos, dos naves laterales, un cuerpo superior de la torre, lonja y casa-abadía adosada.
Es Bien de interés cultural desde el año 2004.
