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Situados a lo largo del Paseo de Gracia, los bancos-farolas son mucho más que mobiliario urbano ya que forman parte del paisaje barcelonés y es un elemento característico de esta famosa avenida.
Fueron realizados en 1906, por el arquitecto municipal de ese momento Pere Falqués i Urpí y es una de sus obras más conocidas, aunque a veces han sido atribuidas, equivocadamente a Antoni Gaudí.
Son treinta y dos bancos construidos con la clásica técnica modernista catalana denominada trencadis, sujetas a los bancos se encuentran las farolas que son de hierro forjado con el característico coup de fouet con formas sinuosas y motivos vegetales, también con el escudo de la ciudad en lo alto. Se realizaron en el taller de fundición de Manuel Ballarin. Los dos elementos: banco y farola, están unidos y constituyen una sola pieza.
El trencadis (quebradizo) es una especie de mosaico realizado con fragmentos cerámicos unidos con argamasa, típicos de la arquitectura modernista catalana. Se utilizaban piezas de rechazo de la fábrica Pujol i Bausis, situada en Esplugas de Llobregat, así como fragmentos de platos y tazas de café de loza blanca procedente de otras partes.
Los bancos - farolas no fueron aceptados inmediatamente por algunos sectores de la población barcelonesa, las primeras edificaciones modernista supusieron un cambio muy drástico que traían sinuosas y extremadas formas nunca antes vistas en los edificios. A aquel rechazo ayudó la campaña de presión iniciada por un grupo de intelectuales novecentistas muy influyentes en la sociedad catalana de entonces, estos reclamaban un clasicismo estricto a la hora de diseñar edificios para la ciudad. Falqués tuvo que escuchar frases como: ¡Falqués te colgaremos de tu propia farola!
Con motivo de ridiculizar al nuevo elemento arquitectónico empezaron a circular chistes del que destacamos estos dos ejemplos.
Dos ciudadanos conversando, se lamentaban de que un temporal reciente que se había llevado por delante varios árboles y no hubiera hecho lo mismo con las farolas de Falqués.
Otro chiste gráfico, en el que aparecía un hombre enfadado abroncando al arquitecto y al que le advierte " Falqués hombre fatal, si vuelves a hacer una nueva desgracia en el Paseo de Grácia te colgaremos de este palo" al tiempo que señalaba la farola modernista.
Falqués el hombre ridiculizado, posteriormente fue reconocido por sus famosas obras arquitectónicas y podría estar más que satisfecho de sus bancs-fanals, obra reconocida en todo el mundo.
Aunque los bancos fueron restaurados en los años ochenta, algunos de estos están un poco descuidados, pero independientemente de su estado de conservación son y serán uno de los símbolos de la ciudad, pocos son los turistas que visitan Barcelona y no se hacen una foto junto al famoso elemento.
