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El conjunto de bunkers Cabiscol es uno de los de mayor tamaño del Parque de Bunkers de Martinet y Montella. Se trata de uno de los puntos de combate del Cetro de Resistencia 53 que estaban constituidos por 169 Centros de Resistencia que se construyeron desde Hendaya a Portbou. En concreto este es uno de los de mayor tamaño.
El concepto de Centro de Resistencia hacía referencia a un área geográfica concreta y a sus vías de comunicación. A cada CR debía destinarse un batallón de infantería formado por 600 hombres, que tenían como misión la defensa del sector asignado. Cada Centro de Resistencia estaba formado por varias construcciones y asentamientos. Las dimensiones y número de elementos se diseñaban dependiendo de las características geográficas y las tácticas a usar.
Está posición está compuesta por varios elementos realizados en hormigón armado y los nidos de ametralladora son similares a los bunkers realizados al final la Guerra Civil Española incorporando muchas de las características de estos, por ejemplo las troneras escalonadas que dificultaban la entrada de proyectiles al interior del bunker, que se empezó a utilizar a finales del año 1938, por ambos bandos. Actualmente ha sido acondicionado para que pueda ser visitado y se encuentra al principio del itinerario del recorrido del Parque de Bunkers de Martinet y Montella.
Se encuentra en un punto estratégico de combate sobre el río Segre y está apoyado por los bunkers número 1 y 2 muy cercano a este.
Esta incluido dentro del Parque de Bunkers de Martinet y Montella que es un proyecto de musealización y promoción turística que incluye un recorrido por la zona de los búnkeres de la llamada línea P construida por Franco acabada la Guerra Civil Española, durante los años cuarenta, por temor a una invasión por los pirineos de las fuerzas aliadas que combatían en la II Guerra Mundial.
La línea P se construyo en los Pirineos aprovechando la orografía del terreno, el impresionante proyecto de fortificación discurría a lo largo de todo los Pirineos, desde el cabo de Creus hasta el País Vasco. Del proyecto original solo se construyeron 6.000 de las 10.000 fortificaciones que tenía previsto. Las situaciones políticas al final de la contienda hacen innecesaria la línea P y ese es el motivo por el cual nunca llego a usarse y ni siquiera llego a armarse.
La Cerdanya se considera un punto altamente estratégico. Por este motivo cuenta con una gran concentración de bunkers, tenían la misión de frenar una incursión por la principal vía de penetración a través de los Pirineos
La visita al parque está pensada para realizarse acompañado de un monitor en buena parte del recorrido, aunque permite al visitante conocer otros elementos del parque de una forma libre.
El recorrido, permite visitar un total de ocho bunkers de diferentes tipos: puntos de combate, puntos de artillería y adentrarse incluso en un entramado de galerías subterráneas conectadas entre sí.
