Castillo de Castelló de Farfaña

El castillo de Castelló de Farfaña formaba parte de la línea defensiva sarracena que protegía la llanura de las empresas militares condales. El origen de la población de Castellón hay que buscarlo en su antigua fortaleza, tal como su propio nombre deja ver. Todo hace pensar que este lugar fue ocupado en época ibérica, por los  ilergetes que se debieron defender de los romanos.

Se encuentra  sobre una colina que domina la población y que comparte con la iglesia de Santa María. En la actualidad  se encuentra en estado de ruina.

En tiempos de los Banu Qasi  (siglo IX), se construyeron una fortaleza para defender el valiato de Lleida-Balaguer contra los cristianos de Urgell y de Barcelona.

Castellón formaba parte de la cadena defensiva que los sarracenos fortificaron (con los castillos de Corbins, Balaguer, Hueso, Algerri, Albesa, Lorenzo, Santalinya y otros) para oponerse a las empresas guerreras de Arnau Mir de Tost, el conquistador de Àger hacia la mitad del siglo XI

El lugar fue conquistado el año 1116 por el vizconde Guerau II de Cabrera, y en el 1130  se conquista del territorio inmediato de Balaguer.

Entre 1156 y el 1159 el vizconde Guerau II de Cabrera pleiteó con el conde Ermengol VII de Urgell con motivo de la potestad de éste sobre Castellón, que le fue reconocida en un juicio celebrado en Balaguer.

El 1190 es reconocida la soberanía de Alfonso el Casto (1154-96).

Castellón disfrutó de una importante pujanza política y económica; se construyeron las iglesias de Santa María, en el castillo, y de San Miguel en la villa baja.

 En 1415  Fernando I de Antequera vendió el señorío de Castelló de Farfaña al conde de Foix para terminar siendo  propiedad de los duques de Alba.

Durante  la guerra de los Segadors, la fortaleza fue sitiada y tomada por las fuerzas del general Felipe de Silva (1644), después de que los franceses la hubieran abandonado. El mariscal La Mothe-Houdancourt, que inició una dura represión siendo lugarteniente general de Cataluña, estuvo varios días enfermo. El castillo sufrió también la guerra de Sucesión (1710) y la ocupación francesa (1810-13), además de la primera guerra Carlista, y durante los ataques de los carlistas en el Valle de Àger y en las guarniciones de Balaguer y de Castellón (1836-38) la fortaleza quedó del todo dañada y abandonada.

Es Bien de Interés Cultural desde el 8 de Noviembre de 1988.

Bibliografía, Créditos y menciones