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El Castillo de La Muela también es conocido como catillo de Consuegra se encuentra ubicado en el Cerro Calderico en la localidad de Consuegra provincia de Toledo. Muy próximo a los famosos Molinos de Viento que junto con el castillo son los iconos más importantes de Consuegra, reclamo de turistas y curiosos.
Se trata de una fortaleza que comenzó su construcción a mediados del siglo X por Almanzor durante el califato de Córdoba, construido como elemento de refuerzo y protección de la Marca media, en el lugar donde ya existió anteriormente una fortaleza romana.
Está constituido por un cuerpo central cuadrado con una gran torre cilíndrica a cada uno de sus lados. El recinto se encuentra rodeado por una barrera de la que sólo quedan restos en la parte que rodeaba el patio de armas. Se utilizó la mampostería como técnica constructiva.
En el año1097 es cedido al rey Alfonso VI el Bravo, rey de León y Castilla, por un pacto matrimonial al casarse el rey con la princesa sevillana Zaida.
El castillo sufre nuevas remodelaciones y construcciones hasta mediados del siglo XIII cuando es finalizado por la Orden de San Juan de Jerusalén siendo el motivo por el cual se pueden visitar en un solo edificios los vestigios de tres castillos diferentes. La orden de San Juan convierte el castillo en cabeza de un priorato, se dota al castillo de capilla, sala capitular, archivo y nuevas defensas.
El castillo ha sido lugar de enfrentamientos bélicos constantes, esta se perdió pasando de cristianos a musulmanes en repetidas ocasiones hasta pasar definitivamente al reino de Castilla.
Las ampliaciones y reformas del castillo continuaron a lo largo de los siglos para adaptarse paulatinamente a los usos y costumbres de cada época, dotándole de archivo, capilla, sala capitular, aljibes, potentes defensas, era necesario romper 7 puertas para acceder al núcleo central de la fortaleza y el grosor medio de sus muros es de 4.5 metros y la altura de sus torres de 30 metros, lo cual, unido a su posición estratégica, le daba un aspecto inexpugnable.
Su última ampliación se realizó en el siglo XVII con la intención de albergar una nueva ermita. La fortaleza continuó habitada hasta prácticamente principios del siglo XIX.
La torre albarrana, elemento defensivo árabe que constituye una huella evidente de su paso por la zona, es de forma circular y se encuentra en la parte más meridional del castillo. Esta torre estaba unida al conjunto por medio de un adarve. Tiene cuatro pisos, por lo que su altura es considerable.
Será a partir del siglo XVI cuando el castillo empiece a perder importancia. En el siglo XVII el castillo es nuevamente reformado para incluir una nueva capilla, y en el siglo XVIII se trasladan los archivos y la sede prioral al Palacio de la Tercia en Consuegra.
En el año 1.813 el edificio fue volado por las tropas de Napoleón cosa habitual durante la Guerra de Independencia. Las tropas napoleónicas destruían en su retirada cualquier edificación que pudiese servir al ejército español.
En 1.837 sufrió el proceso desamortizador de Mendizábal para ser adquirido por el Ayuntamiento en 1.962, iniciándose un proceso de restauración integral. Actualmente se halla en fase de rehabilitación habiéndose recuperado el 50% del castillo. Hoy en día se pueden visitar dos de tres aljibes, la galería, la nave de archivos, la ermita, la sala capitular, la torre albarrana, las terrazas, el jardín, la barbacana y los pasos de ronda, siendo utilizado para representaciones teatrales y eventos culturales.
Este castillo puede verse por dentro y por fuera tal y como fue en origen. Perfectamente restaurado, permite recorrer sus murallas, el patio de armas, y acceder a su interior, con mobiliario y armas, recreando el ambiente de la época.