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Cerro del Mosquito, Monte Romanillos y el Castillo de Villafranca se encuentran en propiedades privadas, en las cuales está prohibido el acceso, por ese motivo hemos colocado el puntero de geolocalización en una posición pública cercana, con el fin de poder acercarse al punto donde se encuentran y el usuario se pueda hacer a la idea del lugar. Pero no entrar en las mismas, son propiedades privadas, con acceso prohibido.
El cerro del Mosquito es una cota de 702 m de altitud y es una de las posiciones que tuvieron mayor importancia durante la Batalla de Brunete en julio de 1937. Está situado en Villaviciosa de Odón casi en los límites con Boadilla del Monte. Hoy en día está en su mayoría ocupado por la urbanización El Bosque, excepto al noreste. En este punto tropas de regulares del ejército nacional detuvieron el ataque republicano por la carretera de Brunete a Boadilla del Monte en el verano de 1937.
Las tropas republicanas eran la XXXIV División que estaba dirigidas por el Comandante Francisco Galán Rodríguez, militar comunista español, estaba compuesta de la XV Brigada, el Batallón Abraham Lincoln, a veces llamado Brigada Abraham Lincoln y por la XIII Brigada internacional Washington ambas formadas por voluntarios provenientes de Estados Unidos.
Las tropas nacionales en el cerro del Mosquito aguantaron el envite de las republicanas a pesar de ser superadas en algunos momentos de la batalla y recibir fuego enemigo de todas partes.
El día 9 de julio el ERP realizo un ataque en toda regla utilizando carros de combate T-26 y el día 10 tras un fuerte bombardeo de artillería y la utilización de unos 15 a 20 tanques T-26, lograron que la infantería penetrara en el frente realizando disparos con armas automáticas, causando numerosas bajas en ambos bandos. Finalmente el ejército nacional recibió refuerzos y pudieron mantener el Cerro del Mosquito.
El 18 de julio la división Asensio del ejecito nacional ocupa las posiciones en la línea del frente del cerro Mosquito y Romanillos obligando a replegarse a la división número XXXIV del ejercito republicano.
Oliver Law (23 de octubre de 1899 - 9 de julio de 1937) fue el primer oficial estadounidense de color que comando tropas de estadounidenses blancas. Combatió en la Primera Guerra Mundial con el ejército de los EEUU y en 1936 se unió a las Brigadas Internacionales dentro del Batallón Lincoln. Su buena actuación en la batalla del Jarama (febrero de 1937), le permitió ascender a comandante de la compañía de ametralladoras y unas semanas más tarde fue nombrado comandante del batallón. Como comandante del Batallón Lincoln de la XV Brigada Internacional del Ejército Popular de la República de España, murió el 9 de julio de 1937 intentando el asalto al cerro del Mosquito, cerca de Brunete, para avanzar hasta Boadilla.
Existió cierta confusión sobre su muerte, promovida por un anticomunista, William Herrick, que aseguraba que Law había sido asesinado por sus propios hombres que no aceptaban ser liderados por un hombre negro. Aunque esta versión fue desmentida por Harry Fisher que participó en la ofensiva y por el médico David Smith que intento curarle la herida sufrida en la batalla.
Jack Shirai nació en torno a 1900 falleció en Villa Viciosa de Odón julio de 1937. Fue el único japonés que falleció en la Guerra Civil Española pertenecía al batallón Abraham Lincoln, al proceder de Estados Unidos país en el que trabajaba como cocinero. Por este motivo Shirai fue destinado a la cocina dada su preparación y porque era un puesto esencial para el batallón. Pero Jack no renunció a pelear en las trincheras y tras las bajas producidas en la batalla, logró encontrar un puesto en la sección de ametralladoras.
En el intento de tomar el Cerro del Mosquito Jack Shirai estaba manejando una ametralladora pesada. La situación era complicada el fuego enemigo había bloqueado una camión que venía con víveres. Jack, sabedor de la importancia de la manutención, salió de la trinchera para tratar de empujar el vehículo y una bala le atravesó la cabeza. Jack era muy apreciado en su batallón y recibió el difícil honor, en esas condiciones, de ser enterrado. Sin embargo, su gobierno aún no ha reconocido su aportación por la democracia y la libertad.
Su recuerdo volvió a Japón gracias a los trabajos de investigación de un par de autores: Ayako Ishigaki y You Kawanari.
A continuación reproducimos el testimonio de uno de los combatientes del bando nacional, un oficinista reconvertido en fusilero por necesidad:
“El Mosquito es un cerro estrecho y alargado. Desde la carretera, al desviarse a la izquierda, se toma un camino que va por lo alto del cerro, todo a lo largo (...) que tiene lo menos cuatro o cinco kilómetros. (...) El día 10 por la mañana fueron a por nosotros, y no de broma. (...) Empezaron con una buena preparación de artillería.
Nos calentaron bien las orejas. Como media hora o así duró el fuego. Mientras tiraban los artilleros vimos en la loma de enfrente, como a unos dos kilómetros, aparecer una gran cantidad de tanques rusos, unos 15 o 20, que tiraban con cañón desde las encinas y que se movían rápidamente de una encina a otra. La infantería se había colado mucho más. Empezaron a tirar con armas automáticas desde bastante cerca. Eran muchos y, prácticamente, ocupaban casi todo el barranco que hay delante de la línea de cerros donde está El Mosquito. Habían aprovechado la noche para infiltrarse sin peligro.
(...) Con lo que no podíamos contar era con que pudieran atacarnos por la espalda... y así fue. (...) de pronto nos encontramos entre dos fuegos. Los internacionales apretaban sobre todo por la parte de la carretera. Se habían metido en una zona espesa de bosque que había a retaguardia y nos freían. La posición nuestra, con El Mosquito, con el mismísimo Mosquito, era como una isla rodeada de enemigos. El capitán ordenó una reagrupación de los efectivos. El fuego empezaba a abrir claros. Había que moverse porque los parapetos se vaciaban con tanto fuego”