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La magnífica estatua ecuestre de Francisco Pizarro fue regalo de D. Charles Cary Rumsey, un norteamericano muy aficionado a la escultura gran admirador de Pizarro. Se encuentra ubicada sobre un pedestal de granito en la plaza mayor de la ciudad, que le vio nacer, aunque esta plaza no fue su ubicación original.
La estatua es de bronce y su peso es de 6.500 Kg., se compone de dos piezas, una forma el caballo y medio cuerpo del jinete hasta la cintura y la otra el resto. Representa a Pizarro como caballero ataviado para la lucha encima de un pedestal, cabalgando en su caballo con el pelo al viento a través del casco, con armadura y espada en ristre. La estatua de Pizarro ha dado la vuelta al mundo y es la seña de identidad de la ciudad de Trujillo.
El granito traído de Santa Cruz para hacer el pedestal lo hicieron los canteros de Trujillo, allí está puesta la fecha, las armas de los Pizarro y el nombre de los donantes. Existe otra estatua gemela que regalaron a Lima, ciudad en la que falleció Pizarro y otra en Búfalo.
La estatua en un principio formaba parte de las obras expuestas en la Primavera de la pintura y la escultura del Gran Palacio de París en 1929 donde se rindió homenaje a Rumsey, fallecido recientemente. La estatua, se colocó en la sala de la cúpula debido a su gran tamaño y es en ese mismo año cuando la estatua viaja a España para ocupar su ubicación actual, donde fue inaugurada en un acto presidido por Alfonso de Orleans y Miguel Primo de Rivera. La estatua fue donada en el año 1927 por su mujer, la entonces viuda María Harriman.
Francisco Pizarro es un personaje célebre ya que lideró en el siglo XVI la Conquista del Perú y fundó el 18 de Enero de 1535 la ciudad de Lima.