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La iglesia está situada junto a una colina a la entrada de la población de Ódena, al pie de la carretera de Igualada. Está documentada desde el año 1089, cuando se juró sobre el altar de la capilla el testamento del difunto Seniofred Adroer. La sobriedad y sencillez le confiere la típica elegancia del románico.
El edificio consta de una sola nave rematada con un ábside semicircular orientado a levante y cubierta con una bóveda de cañón fruto de una restauración moderna. En el interior, el presbiterio que se alza en un nivel superior que el resto del edificio, una hornacina construida durante la restauración, alberga una imagen moderna de San Miguel.
La puerta de acceso se abre en el muro meridional y es de medio punto, adintelada, sin ornamentación. Hay cuatro ventanas, una a cada lado. La de poniente tiene forma de cruz, las otras son de medio punto, de doble derrame. Las paredes exteriores son completamente lisas, excepto el ábside, decorado con lesenas y arquerías lombardas. Se puede datar hacia finales del siglo XI o principios del XII.
Una tormenta desatada en julio de 1935 destruyó un campanario de espadaña construido pocos años antes. En 1936 durante la Guerra Civil Española San Miguel fue profanada e incendiada. Fue restaurada definitivamente bajo iniciativa popular en 1976 y se abrió al culto de nuevo el 2 de octubre de 1977.
