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Invernadero Estación de Atocha

Invernadero Estación de Atocha es obra de Rafael Moneo en 1992 realizo la reforma de la antigua estación para convertirla en la nueva sede del tren de alta velocidad

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La antigua estación de Atocha mantiene las estructuras de las estaciones de tren de finales del siglo XIX, con sus fachadas de ladrillo visto y su amor por la techumbre de hierro, un tipo de arquitectura muy en boga en Europa.

Desde la reforma de 1992, acometida por Rafael Moneo, quien diseñó la nueva Estación para el tren de alta velocidad que acercaba la Exposición Universal de Sevilla a los visitantes que llegaban o partían desde Madrid, la vieja estación de Atocha cerró el paso a los ferrocarriles y en su lugar creció todo un jardín tropical cuyas palmeras alcanzan el techo de la estructura y conviven con ficus, plataneras, yucas e incluso alguna que otra planta carnívora. Miles de plantas oriundas de las zonas tropical y subtropical, pertenecientes a más de 250 especies procedentes de América, Asia y Australia. En el centro de la Estación existe un estanque donde hay gente que, en un evidente ejercicio de mala práxis, suelta a sus mascotas tortugas y galápagos (sobre todo Tortugas de Florida, y Tortugas de caparazón blando), que proliferan de manera ostensible gracias a la favorable temperatura y humedad, adecuadas para su reproducción y ciclo vital. La temperatura se mantiene constante entre los 22º y 24ºC, con una humedad entre el 60-70%. También habitan en el estanque peces de colores.

El jardín es un lugar ideal para pasear, sentarse a descansar o a observar el ir y venir de gentes o leer en los poyetes, esperando la llegada o la partida del tren. El jardín incorpora un ingenioso sistema de regadío y lámparas que iluminan los jardines cuando oscurece. 

Bibliografía, Créditos y menciones

Texto y fotografías propiedad de Diego Salvador Conejo

Geolocalización:

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