Montaña Artificial

Levantada en tiempos de Fernando VII, como parte de los caprichos regios, dentro de su Reservado. Realizada en ladrillo, se cubrió con bloques de piedra sin trabajar parcialmente ocultos por hierbas y arbustos. El interior es hueco, las salas que en se forman sirvieron para albergar exposiciones. Al pie hay un estanque en forma de ría con patos y peces, su agua era alzada por medio de una noria para que formara cascadas en su bajada de retorno al estanque, hoy en día se sube el agua con una bomba. En la cúspide, cuando se construyó, había una casa rústica o persa, en forma de gabinete observatorio, del que salían unas torrecillas laterales y otra mayor en el centro, que desde la lejanía simulaban un tintero, lo que le valió el sobre nombre de Escribanía.

Desde lo alto se distinguía la estación de ferrocarril de Atocha y los pueblos vecinos de Madrid. Se ha conservado la base de una construcción a modo de búnker hecha de hormigón. Otros nombres que se le han dado han sido Montaña Rusa o de los Gatos, porque aquí abandonaba la gente a sus mininos cuando fallecían. Si descendemos nos encontraremos con una construcción pintada de rosa  dentro se encuentra la maquinaria de la bomba anteriormente citada. La fachada posterior está decorada con pinturas de estilo pompeyano y daba acceso a la sala de exposiciones.

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Bibliografía, Créditos y menciones