Polvorín de la finca del Castell del Remei

A principios de abril del año 1938, veinte meses después del comienzo de la Guerra Civil Española, el ejército franquista llega al río Segre y establece la cabeza de puente de Balaguer. Las fuerzas republicanas se despliegan delante suyo y sitúan sus mandos en las poblaciones del entorno. Durante los nueve meses de estabilización del frente los habitantes de la finca del Castell del Remei convivieron con diferentes unidades del ejército republicano, que durante los meses de abril y mayo intentan sin éxito, eliminar la cabeza de puente.

A finales de diciembre de este año, el ejército franquista inicio la ofensiva definitiva para ocupar Cataluña. Las tropas del quinto ejército de Aragón ocupan el 8 de enero de 1939 la finca del Castell del Remei. Según van avanzando hacia el interior, también lo hacen los servicios y avituallamientos. A los almacenes de la finca se traslada un depósito de municiones que a las tres de la noche del día 20 explotó mientras se cargaba un camión con bombas de mano y proyectiles de mortero. El balance de víctimas mortales como consecuencia de la explosión fue de 87 personas muertas 81 militares 17 de ellos sin identificar y 6 civiles. Josefa Sabartés, Concepció Montfá, Rosa Marsá, Encarnació Garcia y los hijos de esta ultima Miguel y Joan Vilanova, de 5 y 7 años de edad, respectivamente. Todos estaban durmiendo a sólo sesenta metros. Los militares fueron enterrados en el cementerio de Castellserá y los civiles en poblaciones cercanas al Castell de Remei.

El día 20 de enero este espacio era un garaje para tractores y cuatro casas habitadas por algunas de las familias de los trabajadores de la finca del Castell del Remei. El garaje fue habilitado como dormitorio para un número indeterminado de militares. La explosión del polvorín a las tres de la madrugada coge a todos desprevenidos.

Bibliografía, Créditos y menciones