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Los restos en cuestión, se trata del puente construido por los nacionales, en el camino que unía Romanillos con Villafranca del Castillo.
Villafranca del Castillo, también nombrada, Venta de San Antón durante la batalla de Brunete, fue la única población al oeste del río Guadarrama, que se mantuvo como territorio sin conquistar por las tropas republicanas. Pese a los continuos ataques y aun llegando a estar rodeada completamente, siendo socorrida por tropas marroquíes del 2º Tabor de Regulares de Tetuán. A partir de entonces, Romanillos es el punto de distribución y abastecimiento de esta población durante toda la batalla. Aproximadamente en el actual puente de la carretera de los satélites (M-503) sobre el rio Guadarrama, quedo fijado el frente hasta el posterior contraataque del ejército nacional. Siendo a su vez el extremo norte de la cabeza de puente sobre el rio Guadarrama y limite de la orilla izquierda no ocupada por los republicanos, hasta el puente de la carretera a Majadahonda, que hasta el de Retamar, si lo era.
Durante la batalla de Brunete, este paso fue el que permitió la permanencia del contraataque sobre Villanueva del Pardillo, apoyándose en Villafranca y posiciones aledañas. En la estabilización del frente, era la única entrada, más alejada del enemigo, que permitía el abastecimiento de este sector del frete de la 20 División Centro de las tropas franquistas.
Antes de la guerra, al camino que desde Romanillos bajaba hasta el Guadarrama, no lo cruzaba hasta llegar, río arriba, al vado de la Venta de San Antón.
En fotografía aérea de 1956, aun puede "intuirse" el puente sobre el rió y posteriormente, tendría que ser retirado por obstaculizar el paso de las crecidas, en época de lluvias.
En fotografías aéreas posteriores, se aprecia la retirada de los restos, lejos del cauce.
