Villa romana de Veranes

La Villa Romana de Veranes es un yacimiento arqueológico, se conocía con anterioridad  como Torrexón de San Pedro que eran las ruinas de una iglesia visigoda, Las investigaciones posteriores permitieron averiguar que esta se enclavaba sobre una antigua villa romana en uso desde los inicios de nuestra era. Tiene  aproximadamente una hectárea de extensión y se encuentra en Venta de Veranes a doce kilómetros de Gijón.

El yacimiento está enclavado en una vertiente a media ladera, a unos 150 metros sobre el nivel del mar y está situado en la Ruta de la Plata.

Su descubrimiento se produjo a comienzos del siglo XX por el párroco de Cenero, Manuel Valdés Gutiérrez. Tras diferentes estudios realizados a lo largo del s. XX la importancia de la fase romana de Veranes fue puesta de relieve en 1980 por Carmen Fernández Ochoa. Entre 1983 y 1987 se realizaron cuatro campañas de excavaciones dirigidas por Lauro Olmo. Los trabajos arqueológicos se reanudaron en 1997 bajo la dirección de Carmen Fernández Ochoa y Fernando Gil Sendino.

Los restos arqueológicos que actualmente se pueden visitar en Veranes, pertenecen a la pars urbana de un gran establecimiento de tipo villa que se construyó en el Bajo Imperio (s. IV d. C.) sobre las primitivas ruinas de un asentamiento rústico alto imperial de considerable relevancia. Esta gran casa señorial, perteneciente a un notable propietario, que probablemente se llamaba Veranius, presenta tres fases de reforma y ampliación arquitectónica que se desarrollan a lo largo del siglo IV d. C. La mansión continuará en uso hasta el siglo V d. C.

Cuenta con varios mosaicos y destaca el mosaico polícromo de la estancia de representación ("oecus"), protegido por una cubierta. También se han hallado sepulcros de la alta edad media.

El Museo de la Villa Romana de Veranes cuenta con una sala de audiovisuales, una sala de exposiciones. El conjunto se abrió al público en 2007. Está catalogado como Bien de Interés Cultural.